En México los días de todos los santos, también conocido como el día de muertos, que corresponden a los días 1 y 2 de Noviembre son reflexión, fiesta, alegría y nostalgía.
Puede leerse algo contradictorio, pero es un sentimiento de nostalgia por los seres amados que ya no están con nosotros pero también de alegría por pensar que en esos días ell@s nos "visitarán" y estaremos juntos, de alguna manera. Para dicha visita se prepara un altar que puede incluir flores, sal, agua, pan, fruta, dulces, papel picado, alguna imagen de algún santo, una cruz, fotografías de los familiares fallecidos que nos visitarían, etc. Los elementos del altar son muy variados, todo depende de quien la realice, sin embargo muchos de ellos son motivados por los altares prehíspanicos.
Un pan típico de esta época es el llamado pan de muerto, el cual consiste en un pan circular que en su superficie parece que hay un cruz cuya intersección de líneas hay una "bolita" de pan. Se puede encontrar espolvoreada con azúcar (blanca o rosa) o ajonjolí. Se dice que el uso de azúcar coloreada de rosa es para representar sangre.
Así que despés de que nuestros familiares disfrutaron del festín preparado en su honor en el altar, los vivos se preparan a compartir en familia, con ello tenemos una fiesta.
La reflexión eterna sobre la vida y la muerte es presente durante estos días, sobre todo cuado se visita la tumba de nuestros seres queridos para dejar flores y arreglar su sitio de descanso.
En lo personal, estos días son los mejores de todo el año. Desde mi niñez fue de visitar a familiares, convivir con ellos y comer comida deliciosa. Lamentablemente, por el trabajo que tuve no lo disfrute por varios años. Sin embargo, este año no fue así, ví a familiares que viven lejos, dejé flores a mis familiares y comí guisados, dulces caseros deliciosos.
Tuve un excelente fin de semana prolongado (puente).
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