lunes, 22 de agosto de 2011

Meditando

Todavía no me creo lo que pasó, sigo dándole vueltas. Ahora tendré que tratar de manera más cercana aquellas dos personas de personalidad bipolar. El factor en común, un ego enorme.

Me pregunto: ¿valdrá la pena tanto esfuerzo, trabajo y mucha humillación? No tengo una respuesta sólo tengo en mente las motivaciones que me han llevado hasta este punto. ¿Tendré fuerzas para continuar en este camino? Para pensar sobre esta cuestión primero tendría que aceptar que mi mente se ha concentrado en una sola meta en más de 4 años y bajo este hecho tengo que sacar la energía para obtener lo deseado por tanto tiempo. Sin embargo, no me queda curiosidad para seguir investigando.

¡Maldición! Otra vez las lágrimas son mi única respuesta.

Creo que no hay reglas ni procedimiento alguno para ser una guía en cualquier sentido, padre, madre, maestro, asesor, orientador, etc. pero pienso que la capacidad de matar las ilusiones, anhelos, ganas de trabajar nace de manera innata en quienes pretenden ser un lider. Es decir, es más fácil desilusionar a alguien que motivarlo.

Ojalá el tiempo me cure las heridas y pueda encontrar ese camino que me llene como persona.

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