Después de una semana de muchos momentos desagradables, me siento muy feliz. No es que tenga algún tipo de sentimiento narcisista, sino que ayer ha regresado una persona muy amada e importante para mí: ¡te quiero mucho!
Debo decir que aunque la distancia era grande, nunca dejé de sentirme acompañada, sus mensajes, llamadas fueron un ingrediente interesante que me generaba una emoción cuando recibía alguno de ellos. Más aún, cuando teníamos conversaciones grupales -altavoz- con los amigos, era la broma y risa.
Para mañana espero verlos a tod@s y retomar esas hermosas conversaciones que nacieron a distancia y con altavoz.
1 comentario:
Gran post. No se puede esperar a leer los siguientes:)
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