Yo no viví en el DF durante mi infancia ni adolescencia pero tuve la fortuna de vivirlas en el momento en que las grandes disqueras como EMI, SONY MUSIC, etc. decidieron apoyar el rock nacional así que si uno iba a Aurrera, Gigante, Comercial Mexicana uno podía tener acceso a grupos que no necesariamente se escuchaban en la radio (mainstream). Así pude adquirir y escuchar grupos como Café Tacuba, Santa Sabina, La Lupita, Caifanes, La Maldita, entre otros. Cuando llegaba a mi casa, ponía el disco del cual no conocía canción alguna así que comenzaba con la canción 1 y abriendo el "librito" que contiene la caja para leer y observar el contenido; tener la emoción de que sonido será el siguiente y como se cantará la canción que estoy leyendo. Por tanto, la experiencia era sumanmente singular, podía decir cual me gustaba y cual no además de concluir -con mi punto de vista particular- si el disco era bueno o no.
No había vuelto a sentir aquella experiencia hasta ese par de días -15 y 16 de septiembre pasados-. Poniendo atención a discos desconocidos de grupos desconocidos, canciones "nuevas" -para mí- que acompañaban a las que yo tarareaba. Excelso.
Por otra parte, la adquisión de música por internet ya sea legal (itunes) o pirata ha hecho que busquemos sólo las canciones que nos gustan o que por unos segundos nos parezca interesante y difícilmente tengamos el disco completo, más aún, ya no tenemos esa guía de letras y agradecimientos del grupo. Luego, ¿cómo cambia la manera de disfrutar la música? Una consecuencia es que tiendas de discos tan "clásicas" como Virgin records hayan cerrado sus instalaciones.
La tecnología cambia, nos hace disfrutar, ver, sentir las cosas de manera diferente está en cada uno en saber como desea hacerlo. De mi parte, tengo en mente un par de discos que buscaré para sentarme en mi habitación para escuchar cada uno de ellos desde la canción uno hasta la final leyendo sus letras.
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