Las cosas han pasado muy rápido entre tanto trabajo y
cansancio que han hecho que no me dé cuenta de lo que ha cambiado. Ayer cerré un ciclo muy importante pero, que hasta el momento, no he medido la
dimensión de este suceso. Para llegar a ese día trabajé mucho, me desvelé, comí
poco, me alejé de mi familia y de
amigos, me olvidé de mí. Desde mi
posición, hubo mucho sacrificio.
El desarrollo de ese día importante fue algo caótico y extraño,
sentía que no era yo, me imaginaba que estaba en esos lapsus donde la mente
vuela e imagina que las cosas podrían ser diferentes. Se tocaron fibras
sensibles, llegarón de golpe muchos sentimientos añejos y dolorosos. Alcancé un
objetivo que pensé imposible.
Son necesarios una maduración, reflexión y análisis de las
implicaciones del día de ayer, ya que mi vida y esfuerzo se concentraron en
este objetivo y ahora todavía no se a dónde me dirigiré. Aunque la dirección es
clara: todo será hacia ADELANTE.
Alguna vez un profesor me dijo que lo importante no era el
objetivo sino el camino que se recorria para llegar a éste. Puedo decir que en
mi experiencia, hubo una larga trayectoria pero que en resumen tuve la
oportunidad y fortuna de encontrarme con gente hermosa que me brindo su amistad
y cariño. Ese es un regalo inesperado y de las cosas más importantes que tengo
de esta experiencia.
A mi familia, a mis amg@s,
a l@s que me ayudaron desinteresadamente, a quienes con su actitud me
enseñaron la lección de paciencia y trabajo, a l@s que a pesar de las
diferencias me acompañaron, a l@s que estaban lejos pero siempre estuvieron
allí, a l@s que se desaparecieron, a l@s que cambiaron, a l@s que criticaron, a
l@s que se fueron, a l@s que están en mi corazón, a l@s que no quiero recordar, a l@s que
creyeron en mí, a l@s que no, les
agradezco por esta enseñanza.