Con esta canción de La oreja de Van Gogh viví el viernes pasado. Ese día se cumplió un año más de la pérdida de un gran amigo, un año más que dijo adiós. A su vez, otro amigo cierra un ciclo importante en su vida el cual implica que el círculo de amigos cercanos se verá mermado. Los cambios me generan nostalgia "anticipada", por estos dos hechos este viernes no fue fácil.
Lo que me queda es tener presente los momentos bonitos compartidos y no olvidar a quienes queremos aunque no estén físicamente presente. Aquellos que se llevan un pedazo de nuestro corazón pero que nos dejan algo en cambio.